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¿Habéis decidido durante el embarazo que lo mejor para vuestro bebé es la lactancia materna? Perfecto. Ahora, papá, te toca trabajar para conseguirlo, ¿o creías que esto no iba contigo?
Aprende, pregunta, lee sobre Lactancia Materna
Desde ahora te toca aprender el máximo: palabras como «ciclo de la oferta y la demanda» deben adquirir nuevo significado, y otras, como «calostro» deben formar parte de tu vocabulario habitual. Puedes leer libros, asistir a las clases de preparación al parto, preguntar a tus amigos-papás cómo les fue… Cuando sepas todo lo que hay que saber, evitarás preguntas que destrozan a cualquier mamá que está instaurando una lactancia. Algunos ejemplos a evitar:
- ¿No llorará porque tiene hambre?
- ¿Cómo sabes lo que ha comido?
- Digo yo que por un bibe no pasa nada y descansas un poco.
A partir de hoy te nombramos «Protector de la Lactancia»
Además de no hacer tú esas preguntas, eres el protector de la lactancia. Una parte de tu papel pasa por proteger a la mamá de estas preguntas, que pueden venir de una voz amiga pero desinformada. Tú, y sólo tú, tendrás la fuerza necesaria para una respuesta amable pero firme; tu mujer puede que esté sin dormir, sin comer y sin duchar – y en esa situación nadie puede contestar firmemente.
Haz que Mamá esté Cómoda
Cuando la mamá se sienta a dar el pecho necesita un montón de cosas. Tú no puedes lactar pero sí hacerle la experiencia lo más cómoda posible. Apunta:
- Vaso de agua. En verano, imprescindible un gran vaso de agua. Y en invierno, también muy recomendable.
- Cojines. Muchos y de diferentes tamaños: uno para la espalda, otro bajo el brazo que sujeta al bebé, otro en las rodillas…
- Puff o banqueta para los pies. Una de las cosas que aprenderás es que la posición de la mamá es muy importante, y que ella esté cómoda imprescindible.
- Libro, móvil o mando de la tele. No es lo ideal pero en tomas muuuy largas a veces un poco de desconexión es necesaria.
- Extras. Cada una querrá alguna cosa más, en mi caso una mantita para las piernas.
Aprovecha el Tiempo para Poner Orden
Como la mamá al principio se pasará muchos ratos dando el pecho, tú tendrás momentos de “no atender al bebé”. Aprovéchalos: cambia las sábanas de la cama, haz la comida, hazle un repaso rápido al baño que vienen invitados esta tarde, baja la basura, recoge el lavavajillas, tiende la ropa de la lavadora… Y mil más.
A Evitar…
Evita ir preguntando a tu mujer qué hay que hacer; ella ahora está con la mente un poco saturada por el bebé, la lactancia y el insomnio y puede que tu bien intencionada pregunta caiga como un barreño de agua fría. ¿Y entonces? Truco para cubrir esta función a la primera: por la mañana, al levantaros, haced una lista juntos de las tareas del día y cuando la mamá se siente a dar el pecho tú adelantas trabajo sin preguntar nada. Con suerte hasta podréis ver un capítulo de vuestra serie favorita al final del día, juntos.
Haz que Mamá esté de Buen Humor
Parte del éxito de la lactancia materna es el estado anímico de la mamá. Básicos que debes “obligar” a cumplir a la mamá cada día, al menos mientras te dure la baja paternal:
- una ducha sin oír al bebé (llévatelo al comedor o pon música),
- una comida entera sin el bebé encima (haced turnos si es necesario),
- y un mínimo de tiempo seguido de sueño en algún momento de las 24 horas de un día (la cantidad depende del aguante de cada mujer).
- Todo esto hará que esté más fuerte si está siendo un inicio duro.
Disfruta de tu Bebé todo el resto del Tiempo
Además de aprender, ser protector de la lactancia, acomodador de las tomas, organizador de la casa y supervisor de los mínimos maternos aun te falta una cosa más. ¡Disfruta de tu bebé! Cuando no esté comiendo puede ser todo tuyo, como lo oyes. Disfruta de hacerle pedorretas en la barriguita, disfruta de sostenerle delante tuyo y mirarle a los ojos, disfruta de portearlo, disfruta de dormirte con él, disfruta de hacerle infinitas fotos… Porque, aun siendo el tópico por excelencia, esta etapa también pasará.
fotos de Siebuhr, roridell, Karen Sheets de Gracia, Liz Randall, mimi coco