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Dudas frecuentes después de una cesárea

Este artículo también está disponible en: Catalán

¡Bienvenidas las cesáreas necesarias! Cuando la situación requiere una cesárea puede ser un desajuste para los papás, sobre todo si no se la esperaban y ha sido en el último momento. También muy desconcertados suelen estar los papás que ya saben que será una cesárea unos días antes, algunos asustados y otros más tranquilos con eso de no tener que correr.

Hace poco supe de una amiga que tuvo una cesárea de último minuto y estuvimos hablando de la postcesárea: de lo que se esperaba y lo que no sabía que ocurriría… Por eso, hoy os hablo del postoperatorio de una cesárea. ¿Qué esperar de las siguientes 24-48 horas después de una cesárea?

(Nota: cada hospital tiene sus protocolos que pueden diferir unos de otros; los tiempos y algunos puntos pueden ser diferentes entre centros. Si tienes dudas, pregunta en el centro donde vaya a nacer tu bebé.)

Cada cuerpo es diferente y hay mamás que llevan muy bien la postcesárea y otras que no tanto. Todos debemos hacer un esfuerzo para recordar que es una intervención quirúrgica y, por lo tanto, es un postoperatorio igual de duro que otras intervenciones. ¿Algún operado de apendicitis en la sala?

 

Tendrás a tu bebé en brazos

Esto es lo más importante, nunca lo pierdas de vista. Una cesárea necesaria permite tener a un bebé sano en brazos de una mamá.

Llevarás un vendaje

En el abdomen se coloca un vendaje compresivo justo después de la intervención. Son unas vendas que presionan toda la barriga y se retiran en las siguientes horas como si fueran un gran esparadrapo.

No te preocupes por la presión, no es excesiva y suele ayudar mucho para reírse o toser sin molestias. Para quitarlo es un tirón como en el centro de belleza (pero sin tanto pelo 🙂 )

Llevarás puntos

Bajo este vendaje habrá unas gasas que cubrirán la sutura (los puntos) que puede ser en forma de grapas o de hilo. En las dos opciones se deben retirar a los 10 días aproximadamente. ¡No stress! Retirarlo no duele, puede ser molesto y notar algún tirón pero no duele, de verdad.

Llevarás sonda vesical

Para la intervención quirúrgica se necesita que la bufeta que contiene la orina esté totalmente vacía por lo que es importante colocar una sonda vesical permanente. Es un tubito flexible que se suele colocar cuando ya llevas la anestesia y que se deja para que vaya saliendo la orina. ¡Queda de “fashion victim” con el camisón del hospital!

Se retira en las siguientes horas y, bien atenta, tampoco duele aunque puede escocer un poco pero nada serio.

Llevarás sueros

Como en cualquier intervención en las siguientes horas no podrás comer, primero empezarás con agua, el caldito de hospital buenísimo… Si vas tolerando bien te irán dando comida más sólida. Mientras tanto se irán poniendo sueros, otro accesorio de “fashion victim”. 🙂

Necesitarás calmantes

Por la misma vía se podrá ir administrando la analgesia que necesites. ¡No te hagas la valiente al extremo! A veces nos pasa que no queremos tomar calmantes porque “esto no es nada”, “a ver si se los paso con la leche”, “sólo has tenido un bebé”… Conclusión: sufrimiento en vano.

Tú quieres estar bien para poder estar con tu bebé, por eso es importante tener el dolor controlado y los analgésicos que te adminsitrarán deben ser compatibles con la lactancia materna (si das el pecho), que son muchos.

Este principio vale tanto para el hospital como para cuando ya estés en casa. Si la necesitas te tomas la analgesia pautada sin problemas. En caso de dudas sobre el nivel de dolor consulta ágilmente en el centro donde te han hecho la cesárea.

Sentarte en la cama y la primera ducha acompañada

No te levantes sola la primera vez en ningún caso. En la planta te ayudarán a levantarte la primera vez; es de esperar que te duela en la cicatriz (normalmente se pone analgesia antes) y puede que te sientas como en un barco.

Después de toda intervención, la primera vez que te mueves es la peor pero hay que hacerlo en cuanto se pueda. Sentarse, caminar un poco por la habitación y una ducha. ¡Te quedarás como nueva!

Es buena idea que durante la primera ducha haya alguien en la habitación un poco pendiente y el agua templada para que no te baje la tensión arterial. Las largas duchas calientes y relajantes para más adelante, como ya comentamos en este otro post. 🙂

Necesitarás compresas

Igual que después de un parto, después de una cesárea también necesitarás compresas durante días o semanas. Los dos primeros días necesitarás varios cambios de compresa y, paulatinamente, irá a menos.

Podrás dar el pecho

La cesárea y la lactancia materna no son para nada incompatibles, ni por tu cuerpo ni por los analgésicos o la anestesia (en caso de anestesia general deben indicarte en el hospital cuando puedes empezar).

Ya durante el embarazo puedes informarte sobre las diferentes posiciones para lactar y poder así adaptarte en caso que te moleste la cicatriz. Consejo: empieza con la posición lateral, los dos estirados sobre la cama. Es la más fácil con la cesárea y si el bebé y tu estáis cómodos es buena opción para empezar.

Papá, ¿te perdiste la clase de lactancia y papás? Revisa los apuntes aquí.

Puedes hacer piel con piel

Después de la anestesia necesaria para una cesárea, no puedes mover las piernas durante un rato, ya no digamos girarte en la camilla tu sola, pero los brazos estarán perfectamente. Tener a tu bebé contigo en el postoperatorio es importante para los dos y hacer piel con piel es importante para él/ella, si tu no te ves capaz, el papá (u otro familiar) puede hacer piel con piel como vimos en este artículo sobre el post-parto

Disfrutarás de tu bebé

Tener a tu bebé en brazos será lo que haga desaparecer todos los inconvenientes que has leído en este post 😉 ¡Enhorabuena!

fotos: Neal GillisMcBethJim Champion

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