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¡Que levante la mano quien no haya tenido los oídos saturados con un “estoy cansadoooooo” antes de llegar a media excursión! Sí, es normalísimo. Para nosotros es un paseo por el bosque escuchando los pajaritos y para nuestros niños es una caminata aburrida a ninguna parte. Desde su punto de vista es normal que se quejen, ¿verdad?
Las excursiones por la montaña y el campo también tienen sus trucos para ser algo divertido para los niños. Hoy os explicaré los que yo conozco y nos han funcionado; algunos mejor que otros 🙂
Preparaos para jugar
El paseo por el bosque escuchando los pajaritos queda para el futuro. A día de hoy los paseos son un gran momento para jugar. Pero ¿a qué jugamos mientras caminamos? Pues depende de la edad del niño.
Para los más pequeños, las canciones y los cuentos clásicos son tus aliados pero si son más mayorcitos se puede jugar al veo-veo, a qué se oye, a crear un cuento juntos… Cuando se cansen de juegos tranquilos siempre nos queda el escondite, el pilla-pilla, hockey de palos y piñas, caminar como un canguro o un cangrejo o un perro o un robot…
Comida
Además de llevar los bocadillos de rigor si vais a hacer un pic-nic añadid en la mochila comida saludable y en pequeñas dosis. Por ejemplo: gajos de mandarina, frutos secos, plátano a trocitos… Algo que guste y que les apetezca perseguir. El truco suele ser levantarlo bien alto, preguntar «¿quién quiere un pistacho?» y salir corriendo; normalmente con los niños persiguiéndote. 🙂
En la mochila no te olvides agua en abundancia para todos, aunque pese.
Cestita
Este es un gran truco, aunque laborioso y puede que pesado, dependiendo del tamaño de la cesta. La idea es llevarse una cestita para ir metiendo dentro todo lo que nos vamos encontrando dependiendo de la estación: hojas, ramitas, flores, piedras chulas, piñas…
Podemos llevarlo al cole al día siguiente para que expliquen la excursión o podemos hacer manualidades varias como secar las florecitas, pintar las piñas, hacer un collage del otoño o una piedra feliz.
Ir con amiguitos
Siempre es buena idea ir con otros niños. Los juegos son mucho más variados si vas con más niños. Además, entre ellos también se retroalimentan y se van ayudando a seguir adelante.
Tomárselo con calma
No podemos pedirle lo mismo a todos los niños. Cada persona tiene un aguante diferente a la hora de caminar y los niños no son diferentes. Llévate la mochila o portabebés por si lo necesitas o llévale sobre los hombros si está muy cansado.
A veces con nuestra mayor funciona llevarla en la mochila diez minutos y parece que se le carguen las pilas; puede seguir mucho más rato de excursión después.
Mapa
Cuando son lo suficiente mayores puedes darles un mapa o un esquema de los lugares que iremos pasando para que organicen en su mente el trayecto. Es una buena manera de aprender a leer mapas sin google maps (del que yo soy gran fan) 🙂
Si son más pequeños podemos proporcionarles algo más sencillo, como una lista de lugares que cruzaremos – escrito o en forma de imágenes que pueden ir tachando lo que van viendo.
Aprovecha tu alrededor para explicar
A los niños les suele encantar que les expliquemos de todo. Por ejemplo: un charco con renacuajos puede ser la excusa perfecta para explicarles el crecimiento de las ranas; o con unas piñas mordidas podemos hablar de que comen los animales. Por supuesto cada edad tiene sus temas.
¿Qué más trucos tenéis para disfrutar de vuestras excursiones?