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Los bomberos abuelos son los que se pasan las semanas apagando fuegos 🙂 Capaces de apagar un incendio de un millón de hectáreas y de calmar las brasas para que vuelva a renacer vida.
Hoy quiero dar las GRACIAS a los abuelos bomberos. Gracias, gracias, gracias.
Gracias por responder al teléfono 24 horas
Porque dejan el teléfono abierto 24h y son tu consultor, pinche de cocina, chico de los recados y también pediatra. Preparados para responder cualquier duda a cualquier hora. «¿Estabas durmiendo?» «No, no, dime.»
Gracias por hacer canguros cuando no podemos más
Nos encanta estar con nuestros hijos y jugar con ellos y creemos que es lo mejor para ellos; pero hay momentos en los que no puedes más y necesitas media hora para desconectar y hacer cualquier otra cosa de las que hacías en «tu otra vida sin hijos«.
Esas dos horitas a la semana que te regalan los abuelos bomberos, para que tú te sientas un poco más persona y ellos disfruten yendo a buscarla al colegio.
Gracias por no cansaros nunca de contar cuentos
«¿Contamos una historia?» Es la frase favorita de mi hija mayor. Tiene una imaginación extraordinaria pero nunca se cansaría de escuchar cuentos e historias. Cuando a nosotros ya nos faltan ideas para un nuevo cuento inventado, los abuelos bomberos (y en especial la abuela bombera) aparece con una manguera llena de cuentos e historias nuevas.
Gracias por estar ahí cuando están enfermos
Yo llevo fatal lo de que mis peques se pongan enfermos. Quizás soy un poco neurótica sobre el tema, pero a la que les veo con fiebre me pongo enferma yo. Suerte que los abuelos bomberos lo dejan todo y vienen a ayudarnos; a los peques y a mí, porque tenerles cerca me da seguridad y confort.
Gracias por ir a por esos pañales que se habían acabado un domingo por la tarde
Llámale pañales, llámale fruta, carne o papel de wáter. Hora del baño, los niños cansados y tú más. Cuando ya has desistido de la carambola de pasar por un supermercado abierto a esa hora para evitar más pollos familiares, ellos aparecen en un plis-plas, con el paquete bajo el brazo.
Gracias por esos tuppers para mañana «porque sobraba» y esas ollas de caldo casero
En las comidas con abuelos bomberos siempre sobra comida para el tupper. Desde que tenemos dos hijos, nuestro congelador está lleno de tuppers «por si acaso» con caldo casero buenísimo, macarrones y croquetas…
Gracias por calmarlos y mimarlos cuando estamos todos cruzados
Gracias por abrazarles cuando nosotros estamos tan cruzados que ni siquiera nos damos cuenta que esa mega-rabieta está pidiendo a gritos un abrazo comprensivo y un poco de calma y paciencia.
Gracias por acompañarnos a nosotros, los padres
Por acompañarnos a ese evento, a ese teatro, a ese parque, a esa visita con el pediatra… Gracias por la compañía, aunque a veces las ideas y formas de educar choquen entre las dos generaciones. Gracias por estar ahí.
😉