Este artículo también está disponible en: Catalán
Una semana antes de ir de viaje a Alsacia nos entró el pánico. Así, de repente.
«Estamos locos!!! ¿Cómo vamos a hacer 1.000km en coche con una niña de 22 meses? ¡¡¡No vamos a llegar nunca!!!«. Sobre todo tendiendo en cuenta que la última «gran excursión en coche» había sido cuando ella tenía 8 meses y tardamos 12 horas en hacer un recorrido de 7,30h de coche — y los tres agotados.
Esa noche, con la peque durmiendo, nos pusimos los dos a buscar alternativas como locos: avión hasta Basilea y luego alquilar coche; tren hasta Lyon y de allí alquilar coche; subir el coche al tren hasta París y conducir hasta allí; ir uno en tren con la niña y otro conduciendo hasta Lyon… La verdad es que ninguna de las alternativas nos acabaron de cuadrar por precio y horario, y decidimos ser valientes y probar a hacer esos mil kilómetros a la ida – luego a la vuelta ya decidiríamos.
Busqué opiniones y experiencias de otros viajeros sobre cómo hacer un viaje largo en coche con un bebé en blogs y foros de internet. Encontré varios locos como nosotros que habían sobrevivido.
Y nosotros también sobrevivimos. De hecho, el viaje de ida fue tan bien que decidimos hacer la vuelta de la misma forma. Y fueron dos éxitos rotundos, muy cómodos para los tres. Os comparto en este post qué hicimos nosotros para conseguir hacer tantos kilómetros sin causar un trauma a nadie.
La clave: conducir mientras ella duerme
Después de leer varias opiniones, confirmamos nuestra teoría: tendríamos que conducir muchas horas cuando ella estuviera durmiendo para evitarle el rollo de ir sentada en el coche.
Hay gente que sale de noche: poner pijama, cenar y dentro del coche a dormir. Pero lo descartamos porque pensamos que nosotros, al no estar acostumbrados, nos dormiríamos al volante.
Nuestra opción fue la que hace también mucha otra gente (y también mi amiga Pili, experta en esto de viajar en coche con niños): ir a dormir lo más pronto posible con todo preparadísimo (gasolina a tope, maletas dentro del coche, snacks y agua en asientos de delante, gafas de sol…) y salir a las 3-4 de la madrugada, tras haber dormido ya 4 horitas.
Ventajas de conducir de madrugada
Nos levantamos a las 3 y arrancamos el coche a las 3,40h. La niña, en pijama, al meterla en el coche se despertó. Y a decir verdad, estuvo despierta un buen rato (media hora?), pero sin decir nada, solo mirando por la ventada y pensando – supongo- dónde le llevábamos a esas horas y con tanto sueño.
Luego se durmió y nosotros tiramos 5 horas de carretera con ella durmiendo. Un placer conducir a esas horas: como era verano, a las cinco ya amanecía y teníamos luz en la carretera. No había apenas tráfico y muy pocos camiones. Y, por último, no teníamos calor; íbamos sin aire acondicionado.
Primera parada: el desayuno. Un lugar para jugar
Se despertó cuando ya estábamos a más de la mitad de camino (Lyon) tras haber hecho ya 5,30h de coche. WOW. Fue un subidón de confianza para nosotros saber que solo nos quedaban 4,5h de coche y que eran las 9 de la mañana: teníamos TODO el día entero para llegar a destino. Fácil.
La primera parada es conveniente hacerla en una área de servicio que tenga parque infantil (los McDonalds no son lo mejor para comer pero tienen áreas de juego estupendas). Y si no la hay, pues al menos salir a correr un rato al lado de la cafetería para estirar las piernas. Sacamos pelotas y juegos y salimos a correr un buen rato.
Qué hacer en el coche cuando está despierto
Tras esta larga parada de hora y pico, la niña aceptó volver al coche. E hicimos 1,30h más de ruta. Aquí entra en juego la creatividad de cada uno: pusimos sus canciones favoritas en el coche y las cantamos juntos mil veces, hicimos «moc-mooooc» cada vez que adelantábamos a un camión, uno de nosotros se sentó detrás con ella un buen rato para jugar…
De momento no hemos tenido que usar ni ipad ni teléfono ni películas. Por ahora, la nuestra acepta «jugar» porque si 🙂 ¡Que dure!
Comer, jugar y siesta en el coche
Como es pequeña, sabíamos que también tendríamos su siesta para conducir un buen rato. Así que paramos a comer en un lugar que tuviera parque infantil, la cansamos un poco, y conducimos el tramo final mientras ella dormía tranquilamente la siesta.
En Francia recomendamos los Autogrill que son restaurantes de carne y patatas, situados en los alrededores de las grandes ciudades (cerca de la autopista, pero hay que salir), donde hay parque infantil dentro y fuera, les dan globos a los niños y lo tienen todo bastante bien montado para los peques (tronas, menú infantil, papeles y colores para dibujar, sala de juegos, etc). La comida: un desastre absoluto (la nuestra solo comió las patatas) pero para que jugara y se lo pasara bien nos fue genial.
Más consejos
Otros consejos para preparar un viaje largo en coche con un bebé:
- Tened a mano varios snacks dulces y salados, fruta y mucha agua. Para toda la familia. Así, si hay hambre y la siguiente estación de servicio decente está a 30km, no cundirá el pánico. También os servirá para picar algo de madrugada sin necesidad de parar.
- Rellenad el depósito de gasolina el día antes del viaje para evitar tener que parar enseguida.
- Los cristales opacos en los asientos traseros van geniales. Así a los niños no les molesta la luz del sol ni el calor.
- Llevad su música favorita y estad listos para escucharla mil veces. Si cantáis todos, la cosa es incluso mejor.
Fotos: Rabble, Abhisawa, Yoshihide Nomura,