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¿Cama elástica en casa? Sí, por supuesto

Hoy os quiero explicar porque, para nosotros, la cama elástica ha sido impagable en estos años.

Primero, antes de nada, aquí podéis consultar un artículo de la Asociación Española de Pediatria sobre la seguridad en las camas elásticas. Muy importante mantener normas de seguridad claras mientras se utiliza, además de las que comenta el artículo nosotros pusimos ya normas desde un primer momento destinadas a evitar lesiones poco importantes por ejemplo, no se entra con diademas o con muñecos duros.

Una de las cosas que os explica es que las camas elásticas pueden ser a nivel de suelo como en nuestras vacaciones en Dinamarca. Son unas camas elásticas muy cómodas pero se necesita mucho más espacio «de suelo». En nuestro caso tenemos una cama elástica elevada con red.

 

Nuestra cama elástica es grande, soporta hasta 110 kg y creo que esto ha sido clave. Calculamos este peso porque es más o menos el peso de un adulto con las dos niñas, eso quiere decir que nosotros también entramos a saltar y a jugar a la cama elástica; no tanto como ellas 🙂  Cuando entramos más de una persona siempre se salta con cuidado de no acercarnos demasiado y si alguien quiere hacer una demostración de sus proezas (volteretas, por ejemplo) los demás nos lo miramos tranquilamente sentados a un lado.

Durante estos años que hemos podido disfrutar de horas y horas allí dentro nos hemos dado cuenta de las ventajas que tiene tener acceso fácil e ilimitado. Además de las ventajas físicas os quiero hablar de las ventajas como familia y en las dinámicas familiares.

Las normas de seguridad, por ejemplo, de la cama elástica son muy importantes. Se establecieron desde el primer día y nunca hemos tenido un accidente, este hecho lo hemos utilizado en otras situaciones como caminar por la calle o por la montaña. Ya de muy pequeñas podían extrapolar la idea de la seguridad a otros ámbitos: » En la cama elástica no se salta si la puerta de la red está abierta, en la calle no se cruza si el semáforo no está verde». Otro de los beneficios que hemos visto a sido en el «compartir» la atención, por ejemplo, «Ahora yo me espero y veo como mi hermana hace la voltereta y después me tocará a mí», esa espera ha sido beneficiosa igual que el aplauso que se hacen la una a la otra cuando consiguen hacer algo.

 

Otra ventaja que tiene la cama elástica es que la imaginación se multiplica y es infinita. Empezamos jugando a una familia de animales y podemos correr, volar, nadar, saltar…todo allí dentro. Por otra parte,  no se entra nada duro en la cama elástica (no hay vajilla de juguete, muñecos duros…) así que la imaginación lo es todo. Esta parte ha sido también un reto para nosotros como adultos, cuando estás allí dentro con ellas todo sale de tu mente así que tanto puedes jugar a juegos de coordinación como juegos clásicos o  juegos teatralizados pero todo salía de nosotros al principio. Por supuesto, esto ha cambiado con los años y ahora ellas dos tienen unos juegos elaboradísimos en los que nosotros no entramos y otros juegos con nosotros (que suelen ser adaptaciones o mejoras de las juegos de cuando eran más pequeñas).

Otro beneficio que ha sido indiscutible para nosotros ha sido la presencia que requiere. Cuando estás dentro de la cama elástica estás allí sin escapatoria 🙂 No tienes distracciones disponibles (el móvil es un objeto duro) por lo que juegas, juegas y juegas todo el rato.

 

Como ves para nosotros todo han sido ventajas y quiero acabar explicándote unos cuantos de nuestros juegos para que te pique el gusanillo y te animes a comprarla:

 

Pensando en este último juego me acabo de dar cuenta de otro de las grandes beneficios de la cama elásticas. Ellas dos han encontrado un espacio más en el que juegan juntas y, a veces, incluso hacen equipo «contra» el adulto, por ejemplo, se alían para quitarnos el calcetín. Su relación es mejor gracias a la oportunidad de jugar juntan en la cama elástica.

Además estos juegos a veces los hacemos en inglés como parte de incorporar esta lengua en algunos momentos de nuestra vida, es una manera como otra de adquirir vocabulario.

 

¿Te he convencido?

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