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Los bebés no saben limpiarse los mocos ni sonarse, de ahí la importancia de hacer un buen lavado nasal a un bebé cada día. Si mantienes las vías respiratorias altas limpias, hay menos riesgo de que esos mocos acaben en otitis o bronquitis. En este artículo te cuento cómo hacer un lavado nasal a un bebé con jeringa,
La bronquiolitis de mi segundo hijo, al mes y medio de nacer, hizo que nos pusiéramos las pilas y aprendiéramos bien la técnica del lavado nasal con jeringa para evitar que volvieran a caer enfermos. Desde entonces, cada día, por la mañana y por la noche, hacemos un lavado a los dos niños. Y si están resfriados, hacemos 3-5 más durante el día (cuando lo necesitan).
Tanto en el hospital como en la fisioterapia respiratoria (así como nuestro pediatra de cabecera) nos recalcaron la importancia de hacer un buen lavado nasal y nos enseñaron bien la técnica para que el lavado fuera efectivo. Y ahí hubo un antes y un después en la nariz de nuestros hijos (y en su salud 😉 ).
Estoy segura de que si a los padres nos enseñaran a hacer BIEN los lavados nasales desde el primer día, quizás nuestros hijos se ahorrarían un montón de jarabes, antibióticos y ¡mocos!… ¡Que se enseñe a hacer lavados nasales en las clases preparto y posparto, por favor!
Os explico lo que hemos aprendido nosotros, a ver si así consigo que algún padre/madre se ahorre algún virus 🙂
Primero: las herramientas de un buen lavado nasal
Antes de empezar a hablar de la técnica de un buen lavado nasal, dejad que me entretenga primero en explicaros qué comprar exactamente… Porque eso también es importante.
Antes, para nosotros un buen lavado nasal era disparar rhinomer varias veces al día. Pero no: el esprai rhinomer está bien para descongestionar la nariz si la tienes tapada, pero no consigue ir mucho más allá. Si tienen mocos en la garganta, por ejemplo, rhinomer no les ayuda a quitarlos porque el esprai se queda en la nariz.
Seguro que conocéis los sueros fisiológicos individuales y seguro que algunos de vosotros también los usáis, ¿verdad? Esa es una opción mejor que el rhinomer (a mi parecer) pero es poco sostenible, poco ecológico y muy caro. Los usamos solo para cuando vamos fuera de casa (tenemos siempre algunos sueros individuales en el bolso o en la mochila de la niña).
¿Cuál es la mejor opción? Lo mejor es comprar BOTELLAS de litro o medio litro y dosificar la cantidad que quieras con una jeringa. Así lo hacen los profesionales en el hospital 🙂
La ventaja del lavado nasal con jeringa en lugar del esprai o los sueros individuales es que metes mucho más líquido (necesario para que todas las vías altas queden «inundadas» y bien limpias) y puedes graduar la velocidad a la que sale el agua.
Además, gastas muchísimo menos plástico, es más sostenible y ecológico, dura mucho más y es más barato a largo plazo. ¿Necesitáis más motivos?
Lavado nasal con jeringa… con suero o con agua de mar
Ok, una vez estáis de acuerdo en hacer un lavado nasal al bebé con jeringa, viene la siguiente pregunta: ¿qué usamos… suero fisiológico o agua de mar?
En la fisioterapia respiratoria trabajan mucho con agua de mar isotónica por sus múltiples beneficios. Nos recomendaron hacer los lavados nasales con agua de mar mezclada con agua mineral embotellada: 10 cl de agua de mar isotónica junto con 30cl de agua mineral embotellada.
Resumiendo: Una parte de agua de mar para tres partes de agua mineral (25/75). La mezcla resultante se mete dentro de una botella de medio litro vacía que puedes comprar en la farmacia.
Ok, entonces tenéis 2 opciones: comprar un litro de suero en la farmacia, o bien de hacer la mezcla de agua de mar y agua mineral y vosotros mismos en una botella de medio litro (podéis comprar la botella vacía con tapón dosificador en la farmacia también).
Diferencias entre el suero fisiológico y el agua isotónica
La diferencia principal entre el suero y el agua de mar isotónica es que el suero desinfecta (puede usarse para limpiar heridas por ejemplo también), pero descongestiona menos que el agua de mar.
¿Sabéis cuando vais a la playa en verano, metéis la cabeza en el agua, y cuando salís os salen mocos por la nariz? Pues eso, el agua de mar consigue limpiar a fondo las vías altas.
Nosotros hemos usado ambos: tanto la mezcla de agua de mar como el litro de suero (aunque solemos hacer más agua de mar). Y lo que hacemos a menudo es combinar: una botella de suero y cuando se acaba, mezclamos agua de mar; y cuando se termina esa, volvemos a comprar 1 litro de suero…
Vistas las «herramientas» pasemos a la técnica del lavado nasal propiamente 🙂
A) Cómo hacer un buen lavado nasal al bebé
Ok, una vez tenemos suero y/o agua de mar en casa, lo siguiente es saber cómo hacer bien el lavado nasal con jeringa; cómo usar la técnica correctamente para que la mucosidad se vaya.
3 Técnicas para el lavado nasal con jeringa del bebé
1. Tumbarle boca arriba, girar la cabeza y disparar la jeringuilla por el orificio nasal que esté más cerca del techo. El agua suele caer por el otro orificio. Luego, giramos la cabeza al otro lado, y disparamos por el otro. Con esto limpiamos mocos de la nariz.
2. Sobre todo si tiene mocos en la garganta, lo que nos interesa es que se trague el agua. Al tragar, ablanda la mucosidad y luego si tose o llora acaba «arrancando» la mucosidad y se nota que respira mucho más limpio.
Para esto, tumbamos al bebé boca arriba e inclinamos la cabeza ligeramente hacia atrás. Y disparamos poco a poco la jeringuilla por un orificio para que vaya tragando el agua poco a poco sin agobiarse.
3. Si, estando tumbado hacia arriba, le inclináis un poco la cabeza hacia delante y disparáis la jeringuilla con poquito líquido, conseguiréis que expulse mocos por la nariz (si los tiene).
Hay que disparar muy poquito (1ml) y esperar a que él expulse fuerte por la nariz el líquido (y con él, la mucosidad).
Lo repetís varias veces hasta que no salga más moco. Esto va bien si detectáis que le cuesta respirar porque tiene la nariz muy tapada (y si no os funciona, siempre os queda aspirarle la nariz con una pera o con el narhinel).
B) Niño mayor pero que no sabe mocarse (2-3 años)
A día de hoy, nuestra hija mayor (2,5 años) ha aprendido a hacerse el lavado nasal ella sola con la jeringuilla. Se lava la nariz con 4 dosis de 5ml, por la mañana y por la noche (en lugar de usar 8 sueros individuales cada día!!!).
Lo hace de pie, delante de la pica del baño y con un espejo delante. Ella misma recoge el agua con la jeringuilla (a tope, 5ml) y lo inserta por cada orificio nasal con mucho cuidado. Nosotros la acompañamos para comprobar que lo hace correctamente y ayudarla a limpiarse cuando cae el agua/mocos.
Técnicas del lavado nasal con jeringa a un niño mayor
1. Primero con la cabeza ligeramente inclinada hacia delante y abajo. (mirando a la pica). Con esto, consigue que el agua le limpie la nariz. Cae el agua por la nariz.
2. Y luego repite pero con la cabeza ligeramente hacia atrás. Y aquí, se traga el agua y así limpia la garganta. Ella siempre va muy despacio a meter agua porque al tragársela, controla mejor conforme va apretando la jeringuilla (y así ella se agobia menos).
Resumen: lavado nasal con jeringa
Resumiendo, aquí están algunas de las cosas más importantes:
√ Es importante hacer lavados nasales preventivos cada día. Sobre todo, antes de acostarse. Así, dormirán mejor.
√ Si podéis (si los niños se dejan) haced lavado por la mañana y otro por la noche antes de acostarse.
√ Si están resfriados o tienen más mocos, haced varios lavados al día. Con los bebés, es importante hacerlos antes de las comidas, así comerán mejor.
√ Usad botellas de litro de suero o mezclad agua de mar con agua mineral. Con las botellas grandes ahorraréis dinero y el medio ambiente os lo agradecerá.
√ Podéis comprar jeringas en la farmacia también. Son muy baratas. En la fisio respiratoria nos dan una cada vez que vamos. Las más cómodas las de 5ml (que sería como una dosis de suero individual) pero hay más grandes. Id cambiando las jeringuillas a menudo, cada dos semanas aprox.
√ Cabeza inclinada hacia delante, limpiamos la nariz.
√ Cabeza inclinada hacia detrás, limpiamos detrás de la nariz, hacia la garganta.
Si queréis aseguraros de que lo que os cuento no es inventado, aquí está un buen artículo que he encontrado (precisamente de una profesional de la fisioterapia respiratoria) 😉