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¡Atentos! ¿Estás viendo que los juguetes de bebé son carísimos? ¿No te gusta la idea de tener luces y sonidos constantemente a tu alrededor? ¿Te has dado cuenta que todo es de plástico? ¿Ya le has oído a alguien decir “cuando yo era pequeño me distraía con un palo»?
En la lección de hoy empezaremos a responder algunas de estas preguntas pero lo primero: SEGURIDAD.
Todo lo que le des a tu bebé tiene que ser seguro, sabiendo y aceptando que se lo va a poner el la boca. Básico e importante:
- Que sea lo suficientemente grande para que no le quepa en la boca, ni se pueda romper en trozos pequeños. Ejemplo clásico de los segundo hijos: un muñeco de playmobil es suficientemente grande pero no es adecuado porque se le sale el pelo.
- Que no sea tóxico ni contenga alimentos que aún no le hayas introducido en la dieta.
- Que no se deshaga como un trozo de papel o de cartón.
- Que no pueda asfixiarse como una bolsa de plástico
- Que no tenga filos cortantes. Veréis que os enseñaré unas latas con filos protegidos para que podáis usar.
- Que esté limpio. Son piezas muy usadas que deben lavarse de vez en cuando.
Cuanto tu bebé ya tenga un buen control de la manipulación de objetos puedes construirle juguetes con cosas que ya tienes por casa o te has ido guardando desde el nacimiento. Reserva un espacio en el armario en casa y empieza a guardar como si de diógenes se tratara.
Algunas ideas para hacer juguetes DIY para bebés con cosas cotidianas… ¡Sin complicarse!
Cajas de pañuelos vacías
Entender que dentro de la caja hay algo y que puede sacarse por el agujero es un reto para la mente de un bebé, aunque en el momento en que lo consigue, la idea de sacar cosas de la caja será irresistible. ¿Y que le ponemos? Telas, pinzas de la ropa (de madera y sin la parte metálica), tapas de conserva lavadas como de los garbanzos…
Telas
Diferentes texturas son ideales. Imaginación al poder: ¿Se te ha hecho un agujero en el calcetín? Guárdalo después de lavarlo 🙂 ¿Una carrera en las medias? Ahora ya no te dará tanta rabia. Cintas varias, tenemos algunas que han envuelto regalos. De unos pantalones a los que les cortas el bajo, puedes guardar el trozo de tela sobrante.
Botes grandes de la leche en polvo
Los filos de estas latas están protegidos, no cortan. Para hacerlo más interesante en la tapa de plástico se le puede hacer una forma. Una foto vale más que mil palabras…
Tapones de los detergentes
Bien lavados, suelen gustar mucho por el colorido y además tienen diferentes tamaños y formas. Al principio los teníamos todos juntos en una bolsa de tela; ahora ya los tenemos dentro de una caja.
Cajas con diferentes tipos de aperturas
Las más habituales son las cajas de zapatos. Hemos conseguido de diferentes tamaños y ahora ya tenemos una caja de zapatos rusa, es decir, una dentro de otra dentro otra… Al final hemos puesto una hucha metálica con dos monedas que es muy ruidoso.
Otro tipo de cajas son las de abertura corredera, tipo «quesitos Kiri», o la de tipo flor, como las cajas de la marca Boboli.
Serás un experto buscando, ¡verás un juguete en cada caja del supermercado!
Recipientes de diferentes tamaños
Bien lavados, todos los envases que se acaben en casa son una fuente de juguetes. Desde los botes de yogurt o de queso fresco hasta los grandes botes de detergente pasando por los bricks de leche. Todo es susceptible de ser un juguete en esa época de “es que quiere cogerlo todo”, es más fácil lavarlo y dárselo que no pelearte constantemente para que no coja nada.
Únete a su mundo, ¡todo es un juguete!
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