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Ir a la playa es una cosa y otra cosa muy distinta es ir a la playa con un bebé. Son dos mundos aparte y hasta que no te ves de pleno en la tarea no te das cuenta hasta qué magnitud. Para ayudar a los padres primerizos (lease mi hermano) a preparar su verano con el bebé, he decidido escribir algunos consejos basados en nuestra propia experiencia de ir a la playa con bebés.
2 sombrillas mejor que 1
No es recomendable que los bebés de menos de un año estén al sol, y menos a pleno sol de verano. Por eso, nosotros intentamos que estén el máximo de tiempo posible bajo la sombrilla. Y si es una sombrilla con protección UV (ultra violada), mejor!
Nos llevamos al menos una sombrilla a la playa y, si podemos, dos. Así, una sombrilla es para el bebé y su rato de juego (piscina, cochecito, toalla en el suelo,…) y la otra es para el resto de la familia. Puede parecer mucho pero si el bebé se mueve o lleváis el cochecito, una sombrilla para toda la familia os puede quedar pequeña.
Buscar playas con sombra natural
Si no queréis cargar con las sombrillas (o si sopla viento), lo mejor es buscar una playa que tenga sombra natural con pinos cerca de la arena para que podáis instalaros allí y que el bebé esté tranquilo en la sombra, donde incluso la temperatura será más agradable.
De sombras naturales saben muchísimo en Croacia. El verano pasado alucinamos con las playas de Croacia, llenas de pinares a dos metros del agua.
Si la arena es enemiga, solución: el carrito del bebé
Que no os sorprenda si a vuestro bebé no le gusta tocar la arena. Seguro que pondrá las manos en ella , pero quizás se ponga a llorar. Mis dos hijos mientras han sido muy bebés han sido poco fans de la arena. No les gustaba tener las manos llenas de arena y les daba cosa. Si les poníamos sobre la toalla, mejoraba solo por momentos; al intentar gatear fuera y tocar la arena otra vez, volvían a estar inquietos e inseguros.
La solución fue llevarnos el carrito a la playa. Arrastrarlo por la arena no es tarea fácil (de hecho cuesta lo suyo!) pero te asegura que el bebé estará lo suficientemente lejos de la arena (a dos o tres palmos sobre el suelo) para que esté tranquilo. El carrito bajo la sombrilla y el bebé tranquilo viendo la vida pasar 🙂 Solo os hará falta darle algún juguete para que esté entretenido.
Toallas Futah, por favor!
Es básico que llevéis varias toallas a la playa: para tomar el sol, para secarles cuando se hayan mojado, para envolverles cuando hagan la siesta… Nosotros somos muy fans de las toallas Futah porque tienen un tacto estupendo y se secan rapidísimo!! Recomendamos especialmente una Futah grande (tamaño doble): la tendéis en la arena y tenéis una estupenda zona de juegos para que el bebé se mueva sin caer rebozado en la arena todo el rato.
Cuando son algo más mayores les sigue encantando estar tumbados en la misma toalla que mamá/papá 🙂 Además, la toalla grande puede serviros como manta de picnic en cualquier época del año.
Las Futah son toallas portuguesas. Se compran por internet desde su página web (envío gratuito sin mínimo de compra) y también las venden en el Corte Inglés. Hay diseños preciosos y varios tamaños; también hay tamaño para niñ, para cuando son ya más autónomos y quieren «su toalla» 😉
Cantimplora de agua dulce
Para cuando les piquen los ojos, cuando tengan sed, cuando quieran lavarse las manos y sobre todo para lavarles el culete de vez en cuando, si se les llena de arena o si necesitan un cambio de pañal. Para todo eso necesitarás mucha agua dulce. Llévate una cantimplora llena de agua, por ejemplo.
Piscinita para poner agua caliente
A todo lo anterior, sumad una piscina hinchable o plegable. Es algo básico cuando son muy bebés porque el agua del mar suele estar demasiado fría para ellos y no les gusta habitualmente. La piscina es genial para la época en que se aguantan sentados pero no saben moverse (6-9 meses aprox). Se entretienen jugando dentro de la piscinita sin querer salir a explorar más.
Toallas, piscina y carrito, todo debajo de la sombrilla por supuesto. Ahora vais entendiendo por qué recomiendo ir con 2 sombrillas, ¿verdad?
Cuando lleguéis a la playa, hinchad la piscina, llenadla de agua de mar y dejadla en el sol para que se caliente el agua. Como habrá poca cantidad, en poco rato el agua estará ya a mejor temperatura, ideal para que el bebé juegue dentro del agua — a medio sol/sombra idealmente.
Gorro y camiseta anti-uv
Mis padres dicen que mis niños parecen finlandeses: piel blanca y vestidos con la camiseta «neopreno» de protección solar. Posiblemente tengan razón, pero ¿qué hay de malo? ¡Finlandia es un país muy avanzado! 😉
Bromas aparte, compramos 2 camisetas Anti-UV (en Amazon y Decathlon las venden) y las usamos bastante, para que no se quemen mientras se pasan horas bajo el sol haciendo agujeros en la arena y jugando en la orilla del mar.
En el mismo pedido añadimos 2 gorros de protección solar (también anti-uv y con alas para el cuello y orejas). No es que los usemos todo el rato, pero sí en las horas de máxima exposición solar o cuando prevemos que van a estar un buen rato bajo el sol. Además, como las toallas Futah, se secan super rápido.
Juguetes
Por supuesto, no pueden faltar los juguetes de agua. Los básicos siempre triunfan: cubo y pala. Pero como te contábamos en este otro artículo, hay otras cosas que puedes llevarte a la playa para crear juegos imaginativos: colador, esponja, algo que flote, algo que se hunda, vasos grandes, vasos pequeños, vasos de colorines traslúcidos…
Trono de reina
¿Crees que ya no puedes ir más cargado? ¡Sí, puedes! Te falta una silla plegable 😉 Te irá la mar de bien si estás dando el pecho! Está claro que puedes dar el pecho tumbada o sentada en la toalla, pero si son tomas largas o a tu bebé le gusta quedarse un rato dormido en brazos, agradecerás la silla con reposa-brazos 😉
Ojo con los horarios de comidas
Por último, recuerda que los bebés suelen comer a horas muy distintas. Si tu bebé ya está con la alimentación complementaria, recuerda llevarte un tupper o un termo con comida: fruta, verdura, trocitos de carne, tortilla de patatas…
Sí, ir a la playa con bebés o niños pequeños es sinónimo de cargar con la casa a cuestas, pero se lo pasan taaan bien! 🙂 Suerte! También te puede interesar ver nuestras recomendaciones de playas en…
Me ha encantado tu post. No he podido verme más reflejada en él jajajaja
Es una odisea como bien dices tú, pero yo no me lo pierdo por nada en el mundo!!! No te sabría decir de nosotros quién disfruta más: los peques de la playa o nosotros de los peques
Gracias! 🙂 sí, una vez llegas a la playa con todos los trastos el disfrute es máximo para toda la familia!