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Tras las Navidades llega la rutina y poco a poco todo se va poniendo en su sitio. Para nosotras, la vuelta de Navidades marca la temporada de planear las vacaciones de verano 🙂
Como sabes que las dos familias del blog somos muy fans de los intercambios de casa y, nosotros, en las siguientes semanas ya empezaremos a “planear” el verano. Aunque es cierto que a veces tienes una destinación pensada pero aparece un posible intercambio que cambia el rumbo del verano. ¡Es parte de la ilusión de organizar un intercambio de casa con otra familia!
Una parte muy importante de la valoración del intercambio es cómo estarán nuestras niñas. Para nosotros es básico que la casa sea adecuada para ellas, por eso en este post te voy a explicar qué tenemos nosotros en cuenta para intercambiar nuestra casa con niñ@s.
Intercambiar con una familia con niños de edad parecida
Este es uno de los mejores trucos del intercambio de casas. Al tener edades similares, las necesidades serán similares, así tendremos todos esas “cosas necesarias” del día a día. Por ejemplo, si tienes un bebé de 6 meses aproximadamente te irá fantástico que haya una trona para comer o, incluso, una bañerita de bebé.
Otro punto a favor son los juguetes, no es cosa menor 🙂 Al intercambiar tu casa (y no pagar alojamiento) suelen ser vacaciones de más o menos 2 semanas, así que nosotros algunos días descansamos en la casa o es habitual pasar unas horas de relax en casa cada día, sin necesidad de estar todo el tiempo fuera visitando cosas. Por eso, tener juguetes en la casa de intercambio es importante. Lo mejor es que son juguetes «nuevos» para ellas así que el interés está asegurado pero si son adecuados para su edad jugarán mucho más tiempo y disfrutarán de las vacaciones mucho más.
La edad similar en los niños de la otra familia también es importante al intercambiar el coche. La regulación de las sillitas de seguridad de los coches es europea, por lo que lo más probable es encontrar un coche con sillitas adecuadas si las edades de los niñ@s son parecidas.
Cuando el alojamiento no tiene niñ@s
También hemos hecho intercambios con familias sin niños o con edades muy dispares, en esos casos nos hemos sacado algún as de debajo de la manga.
Nuestro primer intercambio fue con una pareja jubilada y nuestra mayor tenía un año y medio. Al llegar a la casa hicimos fotos de las estanterías bajas con figuritas y objetos que se podían romper, trasladamos todos los objetos a las estantería superiores y antes de irnos los volvimos a colocar en su sitio. Sin problema. Así, nos ahorramos que nuestra mayor los tocara y se pudieran romper.
Además, viajamos en coche así que le llevamos una bolsa con sus juguetes preferidos. Si el viaje es en avión se complica con el equipaje pero en el pueblo cercano siempre podrás encontrar un lugar donde comprar libros de colorear, plastilina, libros de pegatinas…
Como no tenían cuna, nuestra niña durmió en una cama de 1.35 m de ancho a la que le pusimos un cojín alargado en forma de barrera y estuvo encantada de la vida. Cuando la poníamos a dormir, algunos días nos dormimos a su lado así que más contenta aún 🙂
Consejos para dar la bienvenida a tu casa a otra familia con niños
Ahora que los intercambios de casa forman parte de nuestra vida tenemos algunos hábitos que se están manteniendo en el tiempo, a la hora de alojar a otras familias con niños en nuestra casa.
Por ejemplo, tenemos una caja en la que guardamos uno o dos de los mejores juguetes de cada etapa para poder prestárselos si en algún momento viene una familia con niños más pequeños. Hemos guardado también el cochecito tipo paraguas y las mochilas porta-bebés para prestárselo si lo necesitan durante su estancia en nuestra casa.
Cada vez que preparamos la casa para un intercambio intentamos que nuestras niñas participen de la organización. Sobre todo nuestra mayor los dos últimos años ha estado encantada de organizar su zona de juegos, dejar a la vista sus libros preferidos e ir a comprar algún regalito para su compañero de intercambio. Además les hemos dejado el carnet de la biblioteca o, en caso de tener otro idioma, hemos tomado prestados algunos libros para que tengan lectura de vacaciones.
Esta bien ocuparte de dejar información sobre lugares de interés para familias. Todas las familias tenemos lugares preferidos y seguro que serán también fantásticos para nuestros compañeros de intercambio.
Por último, solemos preguntar preferencias gastronómicas de los niños y dejarles alguna cosa de desayuno o de merienda que reconozcan. Parece una tontería pero creo que les hace sentir bienvenidos y acogidos en su casa de vacaciones 🙂
Te animo a que este verano pruebes esta fantástica forma de viajar que es el intercambio de casa. ¡Es única!
Si quieres saber más sobre los intercambios de casa, echa un vistazo a algunas de nuestras experiencias con HomeExchange, que hemos ido compartiendo en el blog:
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